Dos vecinos de Zuheros y una vecina de Almedinilla son galardonados como “Tesoros Humanos vivos" por el Real Jardín Botánico de Córdoba

Se trata de un reconocimiento y agradecimiento a 16 personas de Córdoba y provincia por la aportación tanto de conocimiento etnobotánico como por la donación de piezas concretas a la institución pública, poniéndolas a disposición de la investigación y de la ciudadanía

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Dos vecinos de Zuheros, Aurora García y Antonio Lastres y una vecina de Almedinilla, actualmente residente en Priego, Natividad García Barea, han recibido esta semana el nombramiento de “Tesoros Humanos vivos" por haber sabido conservar las tradiciones de la comarca en relación a sus plantas autóctonas.

La consideración, otorgada por el Real Jardín Botánico de Córdoba, identifica y premia a personas de la provincia que han destacado como portadoras de conocimientos inmateriales tradicionales sobre las plantas y sus aplicaciones, rque son plenamente conscientes del significado de su saber y de la importancia de transmitirlo a las siguientes generaciones.

Se concede siguiendo el espíritu de las recomendaciones de UNESCO en su programa “Tesoros Humanos Vivos”, como “individuos que poseen en sumo grado los conocimientos y técnicas necesarias para interpretar o recrear determinados elementos del patrimonio cultural inmaterial”.

La presidenta del Imgema Real Jardín Botánico de Córdoba, Amparo Pernichi, ha apuntado que la entrega de las credenciales "supone un reconocimiento a los tesoros humanos vivos y a las personas que han confiado en el Real Jardín Botánico de Córdoba para ser los garantes de su patrimonio y conocimiento".

El acto se enmarca en las actividades de celebración del XXV aniversario del Museo de Etnobotánica, un espacio expositivo que dedicado a rescatar los valores y usos que forman parte del patrimonio cultural, "muy frecuentemente relacionado con el mundo rural el cual, con la imposición del modelo urbano, se ha ido perdiendo". Las plantas pueden ser usadas en el ámbito culinario, pero también en usos relacionados con la artesanía rural, utensilios domésticos de cocina, instrumentos musicales o para el transporte de agua.

El Museo se inauguró el día 23 de septiembre de 1992 como un proyecto de la ciudad de Córdoba dentro de las actividades relacionadas con la celebración del V centenario del descubrimiento de América. Los materiales fundacionales son de origen diverso, en su mayoría del continente americano, que se incorporaron al museo a través de exposiciones realizadas entre 1987 y 1991.

En 2017 se celebran 25 años con diversas actividades para dar a conocer a los cordobeses la importancia y la vigencia de estos conocimientos tradicionales y los valores de la gente que sabía vivir de lo que la naturaleza ofrece sin sobreexplotar los recursos, siendo sostenibles.