CABRA

Condenado a 29 años de cárcel el joven que asesinó a otro y también hirió a su amiga en Cabra en septiembre de 2019

También se imponen una orden de alejamiento de los padres del fallecido y su hermana durante diez años y de la joven herida durante cinco años

 

<p> Cabra asesinato joven </p>
photo_camera Lugar donde ocurrieron los hechos. Archivo

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a penas de 29 años de cárcel a Y.A.A.F., un joven de unos 24 años, por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y otro de lesiones con arma blanca tras apuñalar mortalmente a Agustín P.M., un joven de 26 años que se encontraba con una amiga de 25 años y que resultó herida en un coche en la avenida Victoria Kent del municipio cordobés de Cabra una madrugada del mes de septiembre de 2019. El jurado lo ha declarado culpable.

Según recoge la sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), también le imponen orden de alejamiento de los padres del fallecido y su hermana durante diez años y de la joven herida durante cinco años, al tiempo que indemnizará a los padres y la hermana de Agustín, perjudicados por el daño moral sufrido por su muerte, con 220.000 euros, así como 2.900 euros para la joven herida por las lesiones padecidas y las secuelas. Contra esta resolución cabe interponer recurso ante el Alto Tribunal andaluz.

En concreto, se da por probado, de acuerdo con el veredicto del jurado, que, sobre las 2,45 horas del día 20 de septiembre de 2019, Agustín P.M. y su amiga A.M.O.M., de 25, se hallaban en el interior de la parte trasera de un vehículo estacionado en la zona conocida como 'Ciudad de los Niños', en Cabra.

Al respecto, el acusado, de 21 años en el momento de los hechos y nacido en Honduras, "por motivos no concretados sabía dónde se hallaba en ese momento Agustín y se dirigió en su coche hacia el indicado lugar, aparcándolo en las inmediaciones".

Serían las 3,00 horas cuando se aproximó a la puerta trasera derecha y los observó a través del cristal, "hasta que en un momento determinado Agustín y la joven se percataron, asustándose, de que estaban siendo vigilados por alguien desde fuera, ocupando entonces Agustín, con rapidez, una de los asientos delanteros, al tiempo que el acusado abría la puerta trasera derecha del vehículo".

Seguidamente, el procesado supuestamente agarró a la joven del pelo para tratar de sacarla del vehículo. Ello motivó que Agustín forcejease con el acusado para que éste soltase a la joven, instante en que su oponente, con un cuchillo de grandes dimensiones, "comenzó a lanzar cuchilladas hacia los dos, alcanzando una de ellas a Agustín y a la joven, en su mano izquierda, mientras ésta protegía su cabeza con sus brazos".

 

"REPENTINO ATAQUE"

Tras ello, Agustín salió del coche, haciéndolo a la vez el acusado, lo que provocó un nuevo forcejeo entre ambos, mientras la joven, "horrorizada, permanecía en el interior de su vehículo contemplando la escena". "Indefenso, Agustín trataba de esquivar como podía los golpes de cuchillo, sin evitar que algunos impactaran sobre su cuerpo hasta que consiguió huir tomando dirección a la calle Alcalde Eduardo Rueda, esquina con calle Victoria Kent, lugar donde el acusado, que salió tras él, le dio alcance", según se indica en la sentencia.

Así, se explica que, "guiado por el ánimo de acabar con su vida", con el cuchillo que blandía le propinó a Agustín hasta un total de 18 puñaladas, "asestándolas con fuerza y brutalidad", de modo que "le provocó la muerte inmediata".

 

DETENIDO EN EL AEROPUERTO DE MÁLAGA

Entretanto, según apuntó el fiscal en su calificación, entre las 12,00 y las 13,00 horas del día siguiente, el 21 de septiembre, el acusado, que ya estaba preparando su huida para que no fuese encontrado por los policías tras los hechos cometidos, estuvo buscando por Internet vuelos de Málaga y Barcelona, horarios de autobuses de Lucena a Córdoba y de Lucena a Málaga, así como el tiempo que estaría en prisión por un delito de homicidio con arma blanca.

Tras ello, se marchó al aeropuerto de Málaga, comprobó que no lo estaban siguiendo, estacionó su vehículo, se apeó del mismo y cogió su maleta para dirigirse a la terminal donde iba a coger una avión y así huir. Si bien, en ese instante, fue interceptado y detenido, sin oponer resistencia, por una patrulla de Policía que lo había seguido hasta el lugar, pues un auto judicial del mismo día 21 autorizó colocar en el coche del acusado un geolocalizador.

Momentos después, fue trasladado hasta las dependencias de la Comisaría de Policía Nacional Lucena-Cabra, manifestando a los agentes durante el trayecto que "no recordaba bien por qué había matado al joven".