El Museo Arqueológico de Cabra ha acogido durante la mañana de hoy la presentación de la nueva campaña de investigación del Cerro de la Merced y la exposición de la pieza del mes de julio. En la convocatoria han estado presentes Fernando Priego, alcalde del municipio; el profesor Fernando Quesada, director del Cerro de la Merced; Alejandro Ibáñez, arqueólogo provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía; José Luis Arrabal, delegado de Cultura en el Ayuntamiento de Cabra; y Antonio Moreno, director del Museo Arqueológico de la ciudad.
El Cerro de la Merced centra este año su campaña en la investigación. Desde hace seis años, el equipo investigador trabaja entre cuatro y siete semanas anuales sobre el terreno, dedicando el resto del año a la investigación en laboratorios y gabinetes. Entre los logros conseguidos este año, señalan el reciente estudio histórico que ha permitido documentar el proceso de expulsión morisca y la posterior búsqueda de sus tesoros enterrados en el siglo XVII gracias al hallazgo en una zanja de una moneda con una serie de estampaciones. Asimismo, han aparecido cuatro hachas de piedra pulida neolíticas, período anterior al Cerro de la Merced.
De igual forma, el profesor Quesada ha anunciado la participación del equipo en el I Congreso Internacional de Museología y Puesta en Valor de Yacimientos Arqueológicos que se celebrará en el mes de octubre, donde expondrán el modelo de sinergias colaborativas entre la Junta de Andalucía, las agrupaciones locales y los centros de investigación que han posibilitado la realización de campañas de investigación. También siguen trabajando para que el Cerro de la Merced sea declarado Bien de Interés Cultural y para su posterior musealización.
UN BROCHE DATADO ENTRE LOS SIGLOS IV Y I A.C
En cuanto a la pieza del mes de julio, el doctor en Arqueología Eduardo Kavanagh ha presentado una fíbula anular hispánica. La pieza, extraída en los niveles ibéricos del Cerro de la Merced hace dos años, es un tipo de broche utilizado entre los siglos IV y I a.C. usado tanto por hombres como por mujeres. Su función, conocida gracias a su presencia en bustos de la época como La Dama de Elche, era la de sujetar partes de la vestimenta como túnicas o grandes mantos.
Este tipo de piezas cotidianas permiten estudiar las jerarquías de la época. De igual forma, los diferentes subtipos de fíbulas anulares ofrecen datos sobre cronologías concretas.
No solo el Cerro de la Merced está aumentando la exposición del Museo Arqueológico de la localidad. Desde hace tres años, el equipo investigador de la Necrópolis de la Beleña se ha unido a la campaña de investigación y difusión del patrimonio arqueológico de Cabra. El Consistorio destinará a estas dos líneas de actuación más de 100.000 euros a fin de seguir promoviendo el valor patrimonial de la ciudad.
