LUCENA / SERVICIOS SOCIALES

El ayuntamiento de Lucena habilita 16 camas para los temporeros que dormían a la intemperie desde hace unas semanas

Locales de servicios básicos del recinto ferial de Lucena donde se han instalado los dormitorios

Desde el pasado viernes duermen bajo techo los temporeros que venían pernoctando al aire libre desde hace unas semanas en distintos puntos de Lucena. Como ya señaló este periódico, las casetas de Policía Local y Protección Civil, emplazadas a la entrada al recinto ferial de Lucena, han sido habilitadas en tiempo récord para poder ofrecer este recurso de urgencia a estas personas.

Según ha explicado a SubbéticaHoy la edil de Servicios Sociales, Irene Aguilera, finalmente han sido 16 las camas instaladas, con cuatro literas en cada uno de los módulos, que han sido cedidas por la Residencia Escolar 'Miguel Álvarez de Sotomayor'. Este mismo centro ha prestado también algunos colchones, siendo adquiridos los restantes por el consistorio. 

El ayuntamiento ha habilitado un sistema de entrega de tarjetas identificativas para poder utilizar este recurso, que requiere de una inscripción previa en el centro de Servicios Sociales o bien en el Centro de Atención Básica a Inmigrantes (CABI), situado en los bajos de la Plaza de Toros. 

Irene Aguilera señalaba que, desde su apertura, han venido utilizando este recurso para dormir entre 8 y 10 personas, a los que se espera que se sumen hoy mismo algunos temporeros más que han seguido instalados en el entorno de la antigua estación de tren. 

Estos improvisados dormitorios complementan a otros recursos como el CABI, al que estas personas pueden acudir para asearse, lavar su ropa o reunirse con otros compañeros; y el comedor social, al que asisten de lunes a viernes la mayoría de ellos. Su horario es de 9 de la noche a 9 de la mañana y se ha dispuesto un vigilante de seguridad para el control de los accesos. 

Según Aguilera "se trata de una situación transitoria y de emergencia, que se mantendrá en tanto sea necesaria", aunque la solución final pasa por la creación en nuestra ciudad de un albergue, como existe en otros municipios en los que existen campañas agrícolas estacionales, como la de recogida de la aceituna, que incrementan el número de temporeros que se desplazan de unas zonas a otras del país para intentar encadenar trabajos.