El Chacarrá, una de las expresiones más singulares del patrimonio inmaterial de Iznájar, volverá a sonar con fuerza el próximo 30 de mayo a las 20:30 horas en la Plaza de La Torre, en el marco de una “velaílla” popular organizada por el Ayuntamiento de Iznájar y la asociación “Al Compás de la Antigua”. La iniciativa busca devolver protagonismo a este baile y cante tradicional, antaño imprescindible en todas las fiestas del municipio, pero cada vez menos presente en las celebraciones actuales.

Con el objetivo de mantener viva esta manifestación cultural única de la Subbética Cordobesa, la actividad forma parte de la programación del Festival de los Balcones y los Rincones, y propone un viaje en el tiempo al son de zapateado, guitarras, panderetas y castañuelas.
“Queremos que la plaza vuelva a llenarse de música, palmas y alegría, como hacían nuestros abuelos y abuelas. El Chacarrá no es solo una danza, forma parte del alma de nuestro pueblo, por eso, no podemos permitir que caiga en el olvido. Con este tipo de iniciativas, el ayuntamiento quiere recuperar y preservar nuestra memoria histórica y que las nuevas generaciones conozcan y valoren una expresión cultural que nos define como iznajeños”, manifestó Lope Ruiz, alcalde de Iznájar.
El Chacarrá se baila por parejas con movimientos suaves y elegantes de palmas y giros. Su zapateado, comedido y sobrio, lo diferencia de otros estilos como los verdiales malagueños, más vivos y vigorosos. Con compases pausados que recuerdan a los fandangos populares, sus letras suelen tratar temas como el amor, el campo, las costumbres o la crítica social.
Para esta ocasión, la exhibición correrá a cargo de seis jóvenes integrantes de la asociación “Al Compás de la Antigua”, que durante los últimos dos meses han preparado con dedicación esta puesta en escena. Además, el espectáculo contará con el acompañamiento musical en directo de antiguos miembros de la desaparecida asociación “Amigos del Chacarrá” y con la participación de los mochileros de Gaena, procedentes de la vecina localidad del mismo nombre.
Gracias al impulso conjunto de asociaciones locales y del consistorio, Iznájar da un nuevo paso en la recuperación de esta joya folclórica que durante décadas fue parte fundamental de bodas, romerías y encuentros vecinales. Aunque hoy su práctica es escasa, el Chacarrá sigue vivo en la memoria colectiva, y eventos como este permiten que vuelva a ocupar un lugar destacado en la vida cultural del municipio.