ECONOMÍA

LUCENA: Numerosas empresas cierran sus fábricas y otras se preparan para hacerlo: Preocupación por los efectos del coronavirus

Más allá de la alarma sanitaria –que es lo primero– la crisis del coronavirus tiene un componente económico que también empieza a notarse con fuerza en nuestra ciudad y cuyos efectos podrían ser muy importantes si la actual situación se mantiene en el tiempo.

El sector del mueble es por ahora el más afectado por la situación y ya son varias las empresas que han optado por echar el cierre apelando a la prioridad de garantizar la seguridad de los empleados y con la intención de acogerse a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

José Antonio Guardeño, de Grupo Seys, señalaba a este periódico que para una empresa de muebles resulta “dificilísimo” garantizar la seguridad de los empleados, por lo que tras estudiar todas las alternativas, el martes se pasó al cese total de la actividad, de acuerdo con sus 80 trabajadores. Otras empresas del sector como Grupo Ruiz y Sánchez ya han adoptado la misma decisión y algunas más se encontraban a la espera de conocer el contenido de las medidas del gobierno o de completar algunos pedidos para echar el cierre temporal. Y es que a los problemas de seguridad se suman otros como las peticiones de aplazamientos de pagos programados o las anulaciones de pedidos ante el cierre de los puntos de venta.  

Pero además la decisión de estas grandes empresas tendrá una influencia decisiva sobre otras muchas pymes del sector implicadas en sus procesos de producción, como carpinterías, transportistas, barnizados o almacenes de madera, por lo que una parte muy importante del tejido productivo local se verá abocado al cierre, en una suerte de “efecto dominó” que llega justo cuando esta industria lucentina empezaba a despegar tras la crisis económica de los últimos años y la reactivación del consumo privado.
 

EL FRÍO RESISTE AL COVID-19

Por su parte el sector del frío pretende resistir. La asociación de empresarios AFAR, se reunía en la tarde del lunes para estudiar la situación. Las empresas han adoptado todas las medidas de seguridad a su alcance. El gerente de AFAR, Manuel Servián, señalaba ayer que el primer objetivo de las empresas es garantizar la seguridad de los trabajadores, siguiendo las directrices que marquen la autoridad sanitaria nacional, el gobierno de España y la Junta de Andalucía“.

El presidente del grupo Keyter Intarcon, Aurelio García, indicaba que a las medidas con carácter general de protección e higiene, se suman en esta empresa la derivación a sus domicilios de todos los empleados que pueden realizar teletrabajo, mujeres embarazadas y personas con potenciales riesgos de salud. Además se han creado turnos de trabajo, se han separado los distintos departamentos y se ha equipado especialmente a los servicios de asistencia técnica. Una situación similar se vive en Infrico. Jorge Torres apuntaba que “los efectos de la pandemia dependerán de la duración de la situación actual” pero asumía que “tendrá costes muy altos para un sector como el frío, muy volcado en la hostelería”.

Pese a todo, los fabricantes del sector del frío asumen que conforme vayan planteándose nuevos escenarios, empresas y trabajadores se pueden ver abocados a adoptar medidas más drásticas.

Entre tanto, todas las empresas trabajan ya sobre el día después del coronavirus y esperan que sus mercados no se degraden de forma irreversible para volver a la normalidad lo antes posible.