COMERCIO

El comercio de Lucena es un ejemplo de la indignación generalizada ante la posibilidad de que las grandes superficies puedan vender productos "no esenciales" más allá de las 18:00

El Centro Comercial Abierto de Lucena pide "medidas inmediatas"

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photo_camera Un comercio de Lucena cierra sus persianas en la tarde de ayer en cumplimiento de las nuevas medidas de la Junta de Andalucía para frenar la pandemia

El comercio lucentino acató ayer de forma abrumadoramente mayoritaria la reducción del horario apertura de los establecimientos incluida en el nuevo paquete de medidas impuestas por la Junta de Andalucía con el objetivo de frenar la curva de contagios de coronavirus y el incremento de la presión asistencial y los fallecimientos que está conllevando. 

A las seis de la tarde el grueso del comercio cerraba sus puertas pero los comerciantes han reaccionado con indignación ante la posibilidad de que las grandes superficies puedan mantener abiertos sus establecimientos más allá de esos servicios esenciales de las secciones de alimentación o limpieza, acto que consideran una práctica desleal que otorga a estas tiendas una ventaja competitiva en un momento de restricciones para el conjunto del comercio. Esta situación claramente discriminatoria ha provocado una ola de indignación en grupos de WhatsApp y redes sociales.

El Centro Comercial Abierto "Eliossana" de Lucena ha calificado como "auténtica barbaridad" que desde la administración se permita que algunas grandes superficies de alimentación que pueden permanecer abiertas hasta las 22.00 horas vendan productos que no son de primera necesidad, entendiendo que supone "una clara competencia desleal hacia el comercio de cercanía, obligado a cerrar a las 18.00 horas".

Antonio Rabasco, presidente del Centro Comercial Abierto de Lucena ha indicado que "el sector ha demostrado durante estos meses que apuesta por la seguridad, pero exige también que las medidas que se dictan sean coherentes y no es de recibo que, de forma paralela a la norma que obliga al comercio no esencial a cerrar a las seis de la tarde no se haya dictado la misma prohibición para estas grandes superficies, que siguen vendiendo electrodomésticos, ordenadores, ropa o calzado mientras nuestras tiendas están cerradas".

Según Rabasco "no puede ser que, una vez más, sea el pequeño comercio quien pague las consecuencias de la crisis sanitaria", por lo que se hace necesario "una respuesta inmediata de las autoridades" que obligue a las grandes superficies a apagar sus lineales de productos no esenciales.  

Rabasco ha recordado que las nuevas medidas "no suponen que el autónomo deje de trabajar a las seis de la tarde, sino solo que no pueda vender", mientras estas grandes superficies "toman ventaja de la norma, para atender a quienes no pueden acceder a las tiendas de siempre".