Tras el regreso de los Hermanos de Andújar, otro momento importante de las Fiestas de la Virgen de la Cabeza llega en el primer domingo de mayo, con el pregón. Al mismo tiempo, anuncia que falta sólo una semana para el día en que la Morenita salga a la calle. Este año el pregón ha corrido a cargo del comandante de la Guardia Civil José Rafael Martínez Jiménez. Antes, fueron coronadas como reinas infantil y juvenil Sara Campos y Laura Caballero. Ellas mismas impusieron las bandas a sus respectivas damas de honor: Sara a Claudia Moscoso, Esther Roldán y Rosario Fernández; y Laura a Sara Lara, Nazaret Ayala, Gema Rocío y Eva María Ginés.
Natural de la localidad sevillana de Villanueva del Río, la vinculación de José Rafael Martínez con Rute le viene por la amistad con su presentador, el sacerdote Antonio Ramos, hermano a su vez del hermano mayor de este año, Pedro Ángel Ramos. Pero además, destaca su profunda devoción por la Morenita. Antonio Ramos manifestó al subir al atril que era un honor por partida triple. Por un lado, por ser hermano del hermano mayor. Por otro, por el hecho en sí de presentar al pregonero de las fiestas de una cofradía “que ha sabido ganarse el respeto”. Y en tercer lugar, porque presentaba a un amigo “muy especial, cuya sencillez es grande pero que brilla con su propia luz”. Ha pregonado mucho, “pero donde más a gusto se siente es como pregonero de la Virgen de la Cabeza”.
Se confirmaron los pronósticos del sacerdote y su amigo no dejó a nadie indiferente. Ofreció un pregón cíclico, que empezaba y acababa con un sueño, en verso casi al completo y lírico en varios momentos. Tras la inicial evocación onírica de la Virgen de la Cabeza y la pertinente salutación a las autoridades, Martínez Jiménez introdujo su primera referencia poética a Rute, con las reinas infantil y juvenil, y sus respectivas damas, como integrantes de un cuadro sin igual. Sin abandonar el uso del verso, José Rafael Martínez no pasó por alto otras facetas de la Virgen como mujer. Así, denunció el maltrato que muchas sufren y alabó la condición de madre justo en el día de tal celebración. Ese doble aspecto de madre y mujer lo reflejó en la figura del niño.
Junto a las referencias generales, el pregonero se ganó el aplauso enfervorecido del auditorio cuando recordó la presencia de la Morenita en las calles de Córdoba como Virgen coronada y al defender su nombramiento como alcaldesa honoraria de Rute. Y es que, sin dejar de poner sobre la mesa los valores que proclama, y alternando con intervenciones musicales, el pregonero hiló su alocución con guiños a la localidad, culminados con un sueño en el sentía que había nacido en el pueblo. La guinda a su pregón fue la entrega a la cofradía de su medalla al mérito de la Guardia Civil, así como “el sombrero reglamentario de gala”. Por su parte, tanto a él como a su presentador la cofradía les entregó una placa de recuerdo, así como un ramo de flores a la esposa del pregonero.
