PRIEGO DE CÓRDOBA

Misión cumplida: Así ha sido el viaje de Vanessa Jiménez y Rafa Rubio desde Priego en furgoneta para traer a España a refugiados ucranianos

De Priego a Ucrania
photo_camera Vanessa y Rafa junto a los ucranianos durante una de las comidas de vuelta a Priego de Córdoba

"Ha sido un trayecto largo y duro, pero que terminamos con la satisfacción de haber logrado nuestro objetivo", nos cuenta Vanessa Jiménez, que junto a su pareja, Rafa Rubio, se montaron la pasada semana en una furgoneta alquilada con parte del material humanitario recaudado durante los días previos a su viaje y con nueve plazas en total para traer a España a refugiados atrapados por la guerra en Ucrania.

Según nos cuenta Vanessa, "en el viaje de ida apenas tuvimos incidentes, pero todo se complicó cuando llegamos a la frontera con Ucrania debido al largo y arduo proceso para recoger a refugiados y a la imposibilidad de quedarnos en Medyka, ciudad fronteriza en Polonia, por lo que tuvimos que permanecer en Varsovia, capital del país".

Durante su estancia allí conocieron a dos personas procedentes de Sevilla que también habían viajado hasta Polonia con el mismo objetivo y que se encontraban en la misma situación de desesperación, aunque finalmente pudieron llenar sus vehículos con dos hermanas de 19 y 20 años, una señora mayor, una madre y su hija de 16 años, y una familia de siete miembros con dos bebés de seis meses acompañada también por un perro.

De Priego a Ucrania

"Durante las primeras horas del regreso a España, todos ellos estaban en un estado de shock emocional, no podían dormir y cada vez que veían las noticias les entraban ansiedad, lo que se sumaba al sonido permanente de las bombas en sus cabezas", describe Vanessa.

Todo este dolor aumentaba y se iba contagiando entre los ocupantes de ambos vehículos mientras se iban sucediendo más acontecimientos dramáticos: "Les llegaban noticias de que habían perdido sus hogares o que, en el caso de una de las chicas, su novio había fallecido en la guerra".

Aún así, las risas y los momentos felices también tuvieron cabida en este trayecto que para Vanessa y Rafael finalizaba el domingo con su llegada a Priego de Córdoba, donde familiares y amigos les recibieron con aplausos y una pancarta de "Bienvenidos hérores".

De Priego a Ucrania

En estos momentos, Vanessa y Rafael están acogiendo en su casa, donde viven junto a su hija de 20 meses, a las dos hermanas de 19 y 20 años con la intención de que continúen sus estudios universitarios de Medicina de manera telemática, mientras que la otra madre, quien ha conseguido trabajo en una fábrica de muebles en Fuente-Tójar, se encuentra en un hostal de Priego junto a su hija de 16 años a la espera de formalizar su escolarización.

"Estas personas solo vienen con poca ropa y sin nada de dinero, por lo que su intención es ponerse a trabajar lo más antes posible para ser independientes mientras se soluciona el conflicto en su país", indica Vanessa sobre estos refugiados "tan agradecidos con nosotros que la primera palabra que quisieron aprender en español fue "gracias".

Para Vanessa y Rafael esta experiencia ha sido "una lección de vida al ver cómo continúan con fuerzas y ganas de vivir tras perderlo todo en un instante", con la esperanza de que, si un día tienen que repetir este viaje, que sea para llevarlos de vuelta a casa tras el fin de la guerra.

De Priego a Ucrania