CORONAVIRUS

Empieza a reducirse la presión asistencial en el Hospital Infanta Margarita de Cabra, que prevé cerrar una de las tres plantas para pacientes COVID19 en unos días

 Personal en el área de urgencias del Hospital Infanta Margarita
photo_camera Personal en el área de urgencias del Hospital Infanta Margarita

El Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba prevé la próxima desocupación de una de las tres plantas o unidades destinadas a pacientes COVID19 en el Hospital Comarcal Infanta Margarita de Cabra, en el que durante el pico de esta segunda ola de contagios han llegado a ser atendidos más de 80 pacientes contagiados por el coronavirus SARS-CoV-2.

Según señala el Área Sanitaria "la lenta y progresiva disminución de la presión asistencial que se viene experimentando en los últimos días" permitirá adoptar esta medida, y devolver la planta quinta del complejo hospitalario al área de Medicina Interna, garantizando la atención a pacientes de otras patologías en condiciones de total seguridad.

De esta forma, el centro asistencial egabrense mantendrá 64 camas para hospitalización COVID-19 en lugar de las 96 actuales, que en ningún momento han llegado a estar cubiertas. A día de ayer, en las tres plantas COVID-19 eran atendidos unos 70 pacientes y el punto más complejo seguía siendo la UCI, con 10 de sus 13 "box" ocupados. 

No obstante, la administración sanitaria señala que "tanto la Unidad de Cuidados Intensivos -UCI- como las unidades de Medicina Interna o Urgencias han prestado asistencia sanitaria a todos los casos de sospecha o contagio confirmado que así lo precisaron, sin que se haya sido necesario activar las medidas extraordinarias de extensión de servicios previstas en los niveles 3 y 4 del Plan de Contingencia", en el que se incluía la entrada en funcionamiento de una segunda zona UCI habilitada en la sala de fisioterapia del complejo hospitalario, que ha sido trasladada a instalaciones cedidas por el Ayuntamiento de Cabra.

Cabe destacar, asimismo, la puesta en marcha y el buen funcionamiento que ha demostrado el circuito específico de atención a pacientes respiratorios establecido tanto en las Urgencias hospitalarias como en las de Atención Primaria de todo el sur de Córdoba. A través de este itinerario se atiende a personas con síntomas respiratorios sospechosos del resto de pacientes, poniendo a su disposición todos los procesos de atención urgente como triaje, diagnóstico y derivación, de forma diferenciada y con todas las medidas de protección.

En palabras del doctor José Plata, gerente del Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba, “los profesionales de esta Área están demostrando su capacidad, entrega y compromiso en estas difíciles circunstancias, lo cual merece el agradecimiento y el reconocimiento de toda la sociedad”. Este trabajo, así como la coordinación y seguimiento constante del equipo directivo, “ha hecho posible que, afortunadamente, no hayamos tenido que tomar medidas drásticas incluidas en el plan pese a que, en ocasiones muy puntuales, la evolución de la demanda asistencial pudo haber sido preocupante de continuar su línea ascendente. Algo que, finalmente, no llegó a producirse”. “El Plan de Contingencia va por delante y prevé escenarios de enorme gravedad que hasta la fecha y por fortuna no hemos alcanzado, pero para los que estamos totalmente preparados”, afirma el doctor José Plata.

SATSE RECLAMA MÁS SEGURIDAD PARA EL PERSONAL SANITARIO

Por su parte, desde el sindicato SATSE se insiste en la necesidad de que el Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba disponga medidas complementarias de seguridad para evitar el alto índice de contagio entre el personal sanitario. Hasta 60 profesionales se han contagiado en el conjunto de la zona sanitaria, aunque según Rafael Osuna, responsable de SATSE en el hospital de Cabra, "ese número ha ido descendiendo también en consonancia con la menor ocupación". Por ello el sindicato exige "que se amplifique la seguridad en el trabajo del personal sanitario, que sigue siendo un elemento estratégico para luchar contra la pandemia". Así, SATSE pide que se dote a todos los perfiles profesionales de mascarillas FFP2 y se implanten dispositivos de renovación y purificación del aire equipados con filtros HEPA en aquellos espacios del hospital y de la red de centros de salud y consultorios en los que no sea posible garantizar una adecuada ventilación.