El escritor jiennense Manuel Rodríguez Arévalo, ha presentado en la Biblioteca Municipal ‘Juan Soca’, junto al concejal de Turismo del ayuntamiento de Cabra, Francisco Casas, su décima obra literaria, titulada ‘El Tren del Aceite. Linares – Puente Genil’ en la que narra anécdotas de personas que trabajaron en la línea de ferrocarril que unía estas ciudades a través de sus diferentes estaciones, una de las cuales está situada en Cabra.
Francisco Casas, tras presentar al autor y hacer un breve resumen del libro, señalaba que “esta obra literaria es una forma más de poner en valor nuestra actual Vía Verde, ya que el autor cuenta la utilidad que se le daba antes a esta vía, que servía para llevar minerales desde Linares hasta el puerto de Málaga, y que desde hace varios años se ha convertido en un espacio natural que une varias ciudades de la Subbética y donde se puede ver a gran cantidad de personas a diario paseando o haciendo deporte y, en definitiva, haciendo de ella un lugar turístico de nuestra ciudad”.
Rodríguez Arévalo, por su parte, señalaba que “este libro no es un compendio técnico sobre los ferrocarriles de la época. Es el segundo libro que escribo sobre esta temática y aunque me he acabado enamorando de las máquinas locomotoras y he reflejado bastante material fotográfico sobre ellas, lo que más me interesa es reflejar las vivencias, las historias, las inquietudes… de los trabajadores ferroviarios de la época, muchas veces contadas por ellos mismos y otras, a través de documentación conseguida gracias a la prensa de la época”. En este sentido, el escritor agradecía la ayuda que ha obtenido de dos egabrenses como Juan Santiago, antiguo trabajador ferroviario, y de Pablo Luque y la web Cabra Recuerda, que le han aportado abundante material fotográfico y documental.
En un breve resumen de la obra, el escritor jiennense destacaba que “esta línea ferroviaria tuvo como objetivo inicial el que ha señalado el concejal, pero al ir abriéndose estaciones poco a poco, casi todas ellas situadas en poblaciones que vivían eminentemente del olivar, estos olivareros aprovecharon la situación para transportar su aceite, de ahí el nombre con el que se conoce al tren, aunque también se transportasen otros productos y mercancías, así como viajeros”. El autor ha desglosado en su obra, “que no será la última sobre esta temática en la provincia de Córdoba”, episodios sufridos en esta línea de ferrocarril durante la Guerra Civil, así como empleos ferroviarios e imágenes de viaductos y túneles, entre otros temas a lo largo de los diez capítulos de la obra.
